Ni un minuto estuvo en cancha Lionel Messi, para desazón de los
fanáticos de Costa Rica, que, principalmente, deseaban ver en acción a
su ídolo. Batista había confirmado que iba a jugar desde el arranque,
pero el día del partido cambió las cosas: una contractura en el aductor
de la pierna derecha hizo que no lo arriesgaran para no correr el riesgo
de agravar la lesión. Incluso, su presencia ante el Villarreal es una
duda por estas horas.
Pese a que la AFA perdería 500 mil dólares por la ausencia de Messi
en el partido, la recomendación del médico del seleccionado y de Juano
Brau, su fisioterapeuta y hombre de confianza, fue la de no participar
del partido, dado que podría terminar con una distensión o un desgarro.
Le tocó ver todo el partido desde el banco y firmar unos autógrafos para
los propios jugadores costarricenses.
En Barcelona lo esperan con ansias y preocupación para evaluarlo y
decidir si puede estar contra el Villarreal, en El Madrigal, el próximo
sábado. Además, al Barça se le vienen los cuartos de final, contra el
Shakhtar Donetsk. Prenden velas para que lo de Leo quede en una
contractura que no lo obligue a salir de las canchas.
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